Felipe Reyes, leyenda del Real Madrid y de la selección española de baloncesto, recibirá el próximo 13 de diciembre el Premio María de Villota en la categoría de Hazaña Deportiva. Un galardón que recibe con “orgullo porque es un premio especial por donde viene, por rendir homenaje a María y por el palmarés de deportistas que han obtenido este galardón”. “Me hace sentirme muy feliz” añade Reyes. En una breve entrevista de la organización, el ex capitán narra su carrera deportiva, su trabajo actual como embajador del Real Madrid, la NBA, la selección y sobre lo que significa vestir la camiseta blanca.
¿Qué significa ser embajador del Real Madrid?
Es una situación diferente a la de jugador, pero me siento muy feliz y agradecido al club y al presidente, Florentino Pérez, por seguir vinculado al Madrid y darme la oportunidad de mantenerme cerca del equipo. Estoy con muchas ganas de aportar mi experiencia y todo lo que he podido adquirir durante mis años como jugador. El Madrid tiene una imagen increíble tanto en fútbol como en baloncesto. Un prestigio en toda Europa insuperable. Que hayan pensado en mí para representar al club, es algo muy importante.
Has vestido la camiseta del Madrid durante 17 años, una cifra que solo supera Rafael Rullán y que igualan otras dos leyendas como Corbalán y Romay. ¿Cuál es el secreto para poder jugar en un club con la presión y la exigencia del Madrid durante tantos años?
El secreto es esforzarte y trabajar siempre como si fuese el primer día. No darte nunca por vencido. Luchar siempre hasta el final, dejarte la piel en la cancha. Es el lema que he intentado seguir en toda mi carrera deportiva. Gracias a ese trabajo y esfuerzo, he logrado estar 17 temporadas como jugador. Cuando estás en un club como es el Madrid, también tienes que dar una imagen para poder estar en una entidad de este prestigio. He sido muchos años capitán del equipo y me he sentido siempre muy identificado con los aficionados. Todo eso lo ha hecho muy fácil. Siempre he intentado transmitir estos valores. Todo jugador que se pone la camiseta del Madrid sabe que tiene que luchar hasta el final, dar la cara y no relajarse nunca. Te sigue mucha gente y hay que dar ejemplo. Cuando das el 100% en cada partido y entrenamiento, los resultados terminan llegando.
En tu carrera, has batido multitud de récords, ¿Qué importancia le das a ser uno de los deportistas con más marcas en su palmarés?
Cuando estaba jugando y conseguía algún récord, le daba importancia un momento y luego me centraba en el siguiente partido, pero ahora, cuando me he retirado, y veo todo lo que he conseguido durante mi carrera deportiva, es cuando le doy la importancia que se merece. Me hace sentir muy orgulloso de lo que he conseguido gracias a todo ese esfuerzo desde, que el primer día, cuando tenía diez años, empecé a jugar a este deporte.
Empezaste a jugar con diez años y has sido profesional durante cerca de veinte. ¿Cómo ha evolucionado el baloncesto como juego a lo largo de estos veinte años al máximo nivel?
El juego es el mismo, pero ha evolucionado físicamente. En todos estos años, también ha evolucionado la tecnología y todo lo que hace que nuestra carrera deportiva pueda alargarse y que ha ayudado a que mi carrera se haya podido extenderse en el tiempo y haberme permitido enfrentarme a jugadores de diferentes generaciones. Pero la física es la mayor diferencia. Técnicamente, han salido jugadores muy buenos, pero eso también sucedía en el año 2000.
Por tu carrera han pasado muchos entrenadores. ¿Con qué mensaje te quedas de ellos?
He tenido varios entrenadores, aunque al haber estado en Estudiantes, Madrid y Selección no he tenido tantos como otros jugadores que han cambiado más de club. De todos ellos, me quedo con la exigencia y las ganas de mejorar y hacer que no nos viniéramos abajo cuando las cosas no salían bien. Eso lo he conseguido de todos ellos. Cuando se han presentado obstáculos que me han impedido estar al nivel que me gustaría, esos entrenadores me han ayudado a no caer.
Con vuestra generación, la selección española dio un salto gigantesco hasta convertirse en habitual en los medalleros de europeos y JJOO y alzar campeonatos del Mundo. ¿Cuáles son los ejes sobre los que se ha cimentado este éxito tan prolongado en el tiempo?
A parte de la calidad de los jugadores, también está el buen rollo, aunque siempre lo ha habido porque cuando llegamos nosotros, los veteranos nos lo pusieron muy fácil. En la selección hemos juntado un equipo donde todos éramos de la generación del 80 u 81 y todos, nos llevábamos muy bien. Ayudaba mucho, conocernos desde pequeño. Para nosotros, ir todos los veranos con la selección significaba ir con nuestra familia y si encima ganábamos, pues mejor.
Fernando Martín abrió la puerta de la NBA a los jugadores españoles. Un camino por donde han transitado después muchos jugadores más. ¿Ha subido mucho el nivel del baloncesto español o es ahora más sencillo ir a Estados Unidos?
El nivel de jugadores en España ha subido. Hay jugadores con muchísima calidad y cuando cogen el nivel físico, dan el salto. El camino lo abrió Fernando Martín, en un momento en el que era muy difícil ir a la NBA. Ir a Estados Unidos era muy complicado para los jugadores extranjeros. Luego vino Pau y en Estados Unidos, se dieron cuenta del nivel que había en España. También se fijaron cuando jugábamos con la selección, se lo poníamos muy difícil y eso hizo que prestarán atención a España.
¿Son ahora las competiciones en Europa una especie de puente para que el jugador europeo termine jugando en la NBA?
Por todos los jugadores que están destacando en los últimos años, en EEUU se fijan más en el baloncesto europeo. Ya la diferencia no es tan grande. El nivel técnico no es tan distinto, aunque sí que sigue habiendo un nivel físico diferente. Lo que sí tengo claro es que a todos los jugadores que juegan en Europa, les gusta jugar la Euroliga. Es cierto que puede servir de puente para ir a la NBA pero el pensamiento de todos es conseguir los títulos en juego. El objetivo no es ir a la NBA si no ser campeón con tu equipo.
De la cantera del Madrid han salido jugadores en las últimas temporadas como Doncic o Garuba, ¿Cómo está trabajando el club para generar ese entorno que permite salir a flote tanto talento?
No hay más secreto que trabajar muy bien con la cantera; traer jugadores de mucha calidad, cuidarlos, tener los mejores entrenadores; las mejores instalaciones… Todo el mundo quiere jugar en el Madrid y esa forma de trabajar, hace que terminen saliendo muchos jugadores.